Cliente:
Arquitectos:
  • Jordi Castro
  • María G. Ferro
Arquitectos Colaboradores:
  • Joana Covelo Alonso
  • Jacobo Pérez Castiñeiras
  • Alba Teiga Guzmán
  • Laura Vázquez Seoane
Fotógrafo:
Fecha

Junio, 2019

Sobre el proyecto

Este proyecto tenía algo que nunca nos había pasado, era nuestra primera segunda vez. Nunca habíamos tenido la opción de volver a trabajar para un mismo cliente.

Tener un pasado en común, una experiencia vivida hizo que este proyecto tuviese una condición de relato, de narración que continúa el primer capítulo que habíamos hecho.

Este nuevo proyecto para Imprimeverde nace de su rápida evolución, de la necesidad de dar respuesta a una nueva situación, casi opuesta, a la trabajada hacía solo dos años atrás.

La empresa buscaba una nueva imagen que la acercase más a la industria que a la tienda y querían que la arquitectura donde se desarrollase ese nuevo enfoque empresarial acompañase.

Imprimeverde es una empresa que refleja con todo el descaro el espíritu enérgico y positivo de sus socios. Una empresa en la búsqueda intensa de su mejora y veloz en la reacción a lo que sus clientes le requiren.

La arquitectura donde se desarrolla esa energía les resulta importante.

Es una frase sencilla, pero no es fácil encontrar a gente que la predique.

Este nuevo proyecto para Imprimeverde nace de resolverse con un único material y constructivo ya que la propia empresa es capaz de poder montarlo con su personal, el policarbonato.

Una vez nos dicen que con ese material ellos podrían sentirse muy cómodos al poder ejecutarlo con sus recursos, decidimos hacerlo usarlo hasta el agotamiento en el proyecto. Todo se resuelve con él y se resuelve deliberadamente sin detalle.

El local tiene unas dimensiones muy grandes para poder abordar economicamente su totalidad, con lo que decidimos hacer solo una pequeña intervención en la entrada del local donde resolvemos la recepción y una pequeña sala de reuniones.

El tratamiento de los detalles busca su imagen forzada de “tela”, de velo superpuesto a un trozo de local sin intención de competir con el fondo ni convertirse en lo que no es. Así, el detalle se abandona totalmente y dejamos ver, como aquel que pudiese recorrer un escenario teatral, todos los trucos propios del que busca transmitir una ilusión.