Cliente:
Privado
Lugar:
Vigo
Arquitectos:
María G. Ferro + Jordi Castro
Arquitectos colaboradores:
Joana Covelo Alonso + María Fandiño Iglesias
Constructor:
Satum
Fecha:
Noviembre, 2015
Sobre el proyecto
Proyectar es siempre anticiparse, prever un futuro por ocurrir.
Disponer espacios, divisiones, instalaciones,… para adaptarse a ese futuro y sus contingencias.
Pero cómo proyectar un piso de 55 m² sabiendo que en tres años se convertirá en uno de 110 m².
¿Cómo hacer para que todo lo que se haga ahora se utilice/reutilice en la futura vivienda?
¿Cómo hacer para que los espacios puedan reasignar sus funciones?
Esa premisa inicial acaba definiendo todos los recursos que hemos usado para resolver el proyecto.
Proyectar en tiempo futuro a través de una negociación con el presente.
Tomar como punto de partida el final al que se desea llegar.
Así, se plantea que la sala social del piso nazca manteniendo la dimensión futura al igual que la que será habitación principal.
Una banda de futuro almacenaje nos sirve para introducir una pequeña cocina acorde con las necesidades iniciales del piso de tal modo que después, en la ampliación, pueda retirarse de dicho armario y devolver este a su uso previsto.
El actual despacho tiene la configuración y el equipamiento para convertirse en el vestidor de la futura habitación principal que acabará incorporando para ella el que ahora es el único baño.
Una propuesta definida en sus gestos y recursos para abordar esos requerimientos flexibles.
La materialización de los mismos se resuelve solamente con dos materiales: el roble, en forma de parquet industrial en el suelo o de chapa natural en paredes, y la pintura blanca.
Lo mínimo que busca ser la representación de lo máximo al tratar de ser ahora y después.