Cliente:

Privado

Lugar:

Vilalonga, Sanxenxo

Arquitectos Colaboradores:

Joana Covelo Alonso / Iago Fernández Penedo

Fecha:

Febrero, 2013

Sobre el proyecto

La parcela posee una pendiente marcada en dirección nortee-sur. Con el ánimo de buscar una mejor integración dentro del territorio, situamos la edificación en paralelo a la pendiente, de tal modo que la planta inferior, situada a modo de los tradicionales socalcos, no se muestra presente desde la zona superior y solo presenta frente edificado en una de sus fachadas.

De este modo, esta primera pieza nos sirve de continuación del terreno y base para posicionar el segundo cuerpo. De este modo, la edificación desde su visión por la cota de acceso presenta solamente un cuerpo edificado de una altura, minimizando el impacto visual que pudiese producir.

Este disposición en paralelo a la pendiente y con tanta diferenciación entre el cuerpo superior e inferior tiene también su referencia en la funcionalidad de las piezas y la transmisión identitaria de las mismas. Así, la pieza inferior situada como socalco, recoge todas las áreas sociales y operativas de la edificación y están en conexión y continuidad con el exterior, mientras que la pieza superior materializa el cuerpo de hospedaje, de tal modo que, al liberarse de la presencia visual de todo el área social, presente dimensiones y referencias de refugios rurales en una relación más fragmentada con el entorno.

El volumen de habitaciones se fragmenta en tres piezas para buscar una mayor integración de los volúmenes en el paisaje, recogiendo las referencias volumétricas de los pequeños refugios que que se construían en el medio rural, alejándonos de mostrar grandes continuidades volumétricas.

La materialización del edificio continúa sobre las mismas referencia expresadas, de tal modo que la pieza inferior se funde con el terreno mediante una cubierta vegetal y solo mostrándose con la fachada norte que se resolverá con una fachada de vidrio con montantes verticales de madera.

De este modo, esta parte inferior busca desaparecer para que sean solos las piezas fragmentadas de las habitaciones las que se muestren formalmente y para ello, en línea a la idea de los refugios, se resuelve mediante una fachada de madera de pino envejecido.

Así desde la fragmentación, desde la fusión en el terreno de la planta inferior y la materialización en madera envejecida, el proyecto busca integrarse y ser respetuoso con el territorio donde se sitúa y con el que se relaciona.